Carmen Sánchez Herrera
CEO Y SOCIA FUNDADORA DE INTELEMA
¿A qué te suena esto de dinámicas de grupo? ¿Es lo mismo una dinámica de cohesión de grupo qué otras actividades tan de moda ahora mismo en las organizaciones más punteras que apuestan por el desarrollo de los equipos más allá de la formación?
Si algo es una realidad hoy, es que los empleados demandan algo más: una gestión de talento auténtica y que aporten ese valor añadido diferencial, ese intangible que a todos nos gusta y que demuestra ese “cariñito” que esperas recibir de la empresa para la que trabajas.
Dinámicas de grupo para empresas hay decenas, pero primero hay que saber qué queremos obtener de cada uno de los miembros de los equipos. Los departamentos de recursos humanos tienen hoy la difícil misión de definir dichos objetivos.
En general, podemos decir que las dinámicas abarcan todo tipo de actividades de gamificación y que abarcan objetivos comunes:
Para ello, cualquier persona de dentro o de fuera de la organización, con conocimientos sobre el tema a dinamizar, es candidato para poder desarrollarla.
Algún ejemplo que te traemos hoy entre las más conocidas dinámicas que buscan esta cohesión es la llamada “La isla desierta”; donde un grupo de personas de entre siete u ocho componentes, imaginan que están en una isla desierta y que, de repente, se encuentran una mochila con ocho elementos:
De todos estos, sólo pueden elegir 5 y los miembros del equipo tienen que lograr ponerse de acuerdo sobre cuáles objetos elegir y justificar los motivos.
Se trata de fomentar el agradecimiento y el afecto entre todos los miembros de la organización, favoreciendo un clima de respeto y de valoración. Aunque nos sintamos mal y rechacemos o nos sintamos rechazados por algunas personas de la organización; hemos de practicar el dar y recibir afecto.
Se trata de hacer un barquito de papel donde escribir un deseo y entregárselo a la persona que me haya tocado en el sorteo y por supuesto darnos un abrazo de 30” de duración. Ocupa muy poco tiempo, cuesta muy poco dinero y es muy efectiva.
Si lo que buscamos es una dinámica que fomente la confianza, podemos apoyarnos en la ‘Técnica del Jardinero’. En esta dinámica se anima a los participantes a ser asertivos y perder el miedo a tropezar o chocar con algo porque alguien de nuestra confianza nos guía en ese camino, evitando cualquier daño.
Aunque si lo que queremos es enfocarnos en las dinámicas que fomenten la cohesión grupal, solemos apoyarnos en los llamados “team building”. El team building trabaja la cohesión grupal definida como la fuerza con la que están unidas las personas que forman parte de la empresa. De dicha cohesión grupal dependerá el nivel de empatía, de comunicación y de eficacia en su puesto de trabajo.
En definitiva, cuando hablamos de cohesión, hablamos de confianza entre los miembros del equipo. ¿En qué se diferencian las dinámicas en general y éstos últimos?
Habitualmente, el objetivo principal de un team building es el de potenciar el sentimiento de equipo, mejorando la cohesión y cooperación. Cierto es que podríamos enmarcarlo como una de las dinámicas que buscan reunir al equipo buscando, en parte, esa cohesión.
Estas actividades suelen realizarse fuera del contexto laboral para lograr un ambiente relajado, distendido y alejado de las tensiones implícitas que se dan dentro del seno de la empresa. Cuando estas actividades se realizan al aire libre, generan un ambiente todavía más distendido en el que nos olvidamos por un momento de las jerarquías y de las rigideces que el entorno organizacional genera naturalmente.
Obviando las limitaciones actuales de este tiempo de pandemia, lo habitual es que la empresa proponga un par de días de retiro en un hotel o complejo donde tengan cabida la totalidad de participantes y que se dispongan actividades a lo largo de la jornada que fomenten la participación y el conocimiento entre los participantes que forman parte habitualmente de diferentes departamentos.
Estas actividades empiezan casi siempre reuniendo a todos los integrantes de la organización que asisten al evento en espacios comunes, explicando la dinámica que se va a llevar a cabo a continuación, y detallando cuál es el objetivo del ejercicio. A continuación, se suele dividir a los participantes en grupos menores, buscando diversificar perfiles o separar a compañeros de mismos departamentos para forzar la relación con otros. Los dinamizadores observan y toman buena nota de las reacciones de los participantes y mediante los diferentes tipos de dinámicas se fomentan el trabajo en equipo, la cohesión, la búsqueda de objetivos comunes, la colaboración, etc.
En Intelema contamos con un departamento de coaching para empresas. El proceso de este tipo de coaching tiene como objetivo final no olvidarnos de que somos humanos y tenemos valores, emociones y, sobre todo, contamos con un potencial que si sabemos conectar con él, somos altamente productivos sin que ello suponga un desgaste para sí mismo y para el equipo. Si quieres saber más sobre para qué se usa el coaching en el ámbito empresarial, te recomendamos leer este artículo.
Atrévete a dar un paso adelante, a trabajar por y para tu equipo a través de dinámicas de cohesión de grupo que supongan un atractivo para tus empleados y comporten un beneficio a tu negocio anteponiendo las personas. ¿Hablamos?
Carmen Sánchez Herrera
CEO Y SOCIA FUNDADORA DE INTELEMA