La adolescencia es el periodo de transición de la niñez a la edad adulta que ocurre entre los 13 años y los 19. Los cambios físicos y psicológicos que tienen lugar en la adolescencia suelen comenzar antes, durante la preadolescencia o entre los 9 y los 12 años.

¿Qué es la adolescencia?

La adolescencia es una etapa de descubrimiento, esta fase de transición hacia la vida adulta puede provocar planteamientos de identidad e independencia. Los jóvenes se enfrentan a decisiones difíciles relacionadas con los estudios, las amistades, la maduración sexual, la identidad de género, y las drogas. Si los adolescentes no cuentan con las herramientas necesarias para lidiar con estos temas, pueden llegar a desarrollar conductas de riesgo.

Durante la adolescencia se genera un estado en el que la persona se centra demasiado en sí misma, en sus inseguridades y en su miedo de ser juzgados. Las relaciones con los miembros de la familia suelen pasar a un plano secundario. Su imagen corporal, amistades y relaciones amorosas cobran el protagonismo. 

Esta transición a la vida adulta puede generar emociones de ansiedad. El desarrollo sexual y físico, la evolución de las relaciones con los demás y el lugar de uno en el mundo son desafíos típicos con los que se tienen que enfrentar. Pero durante la adolescencia también pueden surgir afecciones graves de salud mental. Tratar un trastorno de forma precoz favorece la obtención de una mejora en la salud mental del adolescente.

 

Cambios psicológicos en la adolescencia

Las etapas de la adolescencia se pueden dividir en la adolescencia temprana que iría de los 10 a los 14 años, la adolescencia media que sería de los 15 a los 17 años y finalmente la adolescencia tardía de los 18 a los 24 años. En cada etapa se abordan diferentes desafíos para los adolescentes y requiere respuestas distintas por parte de los padres.

El propósito de la adolescencia es que un niño se transforme psicológica y socialmente en un adulto joven. Romper el apego de la seguridad de la infancia permite a los niños la libertad adquirir responsabilidades para desarrollar su independencia y para diferenciarse de sus padres, así como establecer su propia identidad única.

 

¿Cómo le hablo a mi hijo adolescente?

Hablar abiertamente con los adolescentes sobre los cambios psicológicos que están experimentando puede ser un desafío para cualquier padre, especialmente dado el cambio en la relación entre padres e hijos durante este tiempo.

Un aspecto importante a la hora de comunicar con un adolescente es ayudarle a comprender sus cambios. Hablarles de cómo cambiarán físicamente para que sepan lo que les espera y normalizarlo. Esto les calmará los niveles de ansiedad.

Más allá de los cambios físicos, los padres pueden iniciar una conversación sobre los cambios sociales y de estilo de vida que acompañan a la adolescencia. Hablar abiertamente y desde la comprensión de temas que durante muchos años se han considerado tabú como el sexo o las drogas, puede generar un contexto seguro donde los adolescentes compartan sus inquietudes abiertamente.

Escuchar es una herramienta poderosa pero poco apreciada. Los padres a menudo se orientan hacia soluciones. Pero dejar de lado esas tendencias y simplemente escuchar al adolescente puede fortalecer la relación. Hacer preguntas específicas o indiscretas puede hacer que el niño se sienta juzgado y, por lo tanto, vacila en hablar abierta y honestamente. Escuchar con atención muestra interés, validación y apoyo. A través de una escucha activa se genera una mayor confianza de que el adolescente confíe en sus padres. Además de aumentar la confianza, con la escucha, el adolescente puede procesar mejor su experiencia.

 

La salud mental durante la adolescencia

Muchas de las condiciones de salud mental que enfrentan las personas cuando son adultos comienzan a manifestarse en la adolescencia. De hecho, uno de cada cinco adultos jóvenes tiene un trastorno diagnosticable, según diferentes estudios sobre salud mental.

Sin embargo, los adolescentes también pueden luchar contra la ansiedad, la depresión y otras formas de angustia que son propias del crecimiento y el desarrollo y que no necesariamente perdurarán. Es difícil saber cuándo un problema merece atención clínica, pero en caso de duda, consultar a un profesional de la salud mental es la mejor forma de actuar.

Los padres pueden ayudar aprendiendo a identificar los primeros signos de advertencia del trastorno que les preocupa y no temiendo preguntar sobre los pensamientos y las experiencias de sus hijos. Enfrentar las condiciones de salud mental y acceder al tratamiento desde el principio puede evitar que un trastorno aumente en gravedad o duración. Cuando se abordan temprano, la mayoría de las afecciones se pueden controlar o tratar de manera efectiva.

 

¿Cómo educar a los adolescentes para que sean felices?

La empatía y el apoyo es fundamental a la hora de cuidar a los hijos. Los prejuicios, la autoridad dominante, la humillación en público o en privado y el uso excesivo de sarcasmo pueden dañar la psique de un adolescente y destruir la confianza depositada en un adulto. 

Como padre y madre hay que cuidar de los hijos adolescentes ofreciéndoles empatía y apoyo sin prejuicios, comprendiéndoles en lugar de juzgarles. Los adolescentes sacan lo mejor de sí mismos cuando no se les presiona para ser los mejores. También ayuda que se fomenten relaciones con otros adultos que se preocupan por ellos como los profesores.  

Expresa interés y haz preguntas sobre las pasiones e inquietudes de tu hijo/a . Da la bienvenida a sus amigos y proporciona una estructura familiar saludable. Utiliza la firmeza y el afecto y se congruente en tus posiciones con respecto a tu hijo/a, esto contribuirá a su equilibrio emocional. 

 

Coaching educativo familiar 

En Intelema contamos con un programa especial de apoyo a los adolescentes desde donde les guiaremos para que descubran su potencial y elijan conscientemente su futuro profesional con el apoyo de sus padres.

 

Gracias a nuestro método Zisne logramos conectar con el potencial que cada adolescente lleva dentro. Lo hacemos mediante la indagación en sus valores y capacidades esenciales.

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