Motivación intrínseca y extrínseca, descubre sus diferencias

El motivo por el que hacemos las cosas y aquello que impulsa nuestro comportamiento tiene que ver con la motivación. Si la motivación surge del exterior (extrínseca) o del interior (intrínseco) de una persona. Cada tipo de motivación tiene un efecto distinto en el comportamiento de las personas y en la búsqueda de su objetivo o meta. Para entender la influencia de la motivación intrínseca y extrínseca en el comportamiento humano, conviene aprender cómo funciona cada tipo dentro de los procesos cognitivos.

La motivación intrínseca es uno de los conceptos más populares en el ámbito laboral y educativo. Hoy se le vincula con las ideas de Deci y Richard Ryan, como la teoría de la autodeterminación y la teoría de la evaluación cognitiva. 

 

¿Qué es la motivación extrínseca?

La motivación extrínseca es cuando estamos motivados para realizar algo o participar en una actividad porque sabemos que al hacerlo vamos a ganar una recompensa o evitar un castigo. En este caso, no existe un disfrute o satisfacción en la involucración, la acción se realiza porque se espera obtener algo a cambio o evitar algo desagradable.

Ejemplos de motivación extrínseca

  • Participar en una actividad deportiva para ganar premios
  • Ordenar la habitación para evitar que los padres te riñan
  • Competir en un concurso para ganar una beca
  • Estudiar porque quieres sacar una buena nota

 

¿Qué es la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca se da cuando la persona se involucra en un comportamiento porque lo considera gratificante. Es decir, está realizando una actividad porque realmente quiere y no por el anhelo de obtener una recompensa externa. La acción en sí es la propia recompensa. 

Ejemplos de motivación intrínseca

  • Participar en un deporte porque disfrutas de la actividad
  • Ordenar tu habitación porque te gusta dormir en un lugar limpio
  • Conseguir objetivos en una empresa por lograr un aumento de sueldo
  • Estudiar sobre un tema porque te parece interesante

 

Motivación extrínseca e intrínseca: ¿cuál es mejor?

La motivación extrínseca surge del exterior del individuo, y la motivación intrínseca viene del interior. 

Los estudios han demostrado que ofrecer recompensas externas en exceso por un comportamiento que ya de por sí es gratificante internamente puede reducir la motivación intrínseca, a este fenómeno se le conoce como efecto de sobre justificación. La motivación extrínseca es útil cuando una persona necesita completar una tarea que le resulta desagradable.

 

Las recompensas externas son muy útiles en los siguientes casos:

  • Cuando queremos que las personas sean conscientes de que su desempeño ha alcanzado un estándar que merece ser reforzado. También sirven cuando queremos promover el interés y la participación en una actividad en la que una persona no estaba interesada desde el principio.
  • Cuando queremos motivar a las personas para que adquieran nuevas habilidades o conocimientos (una vez que se hayan aprendido estas habilidades iniciales, las personas pueden estar más motivadas intrínsecamente para realizar una actividad)

 

Las motivaciones extrínsecas deben evitarse en situaciones en las que:

Un individuo ya encuentra la actividad intrínsecamente gratificante. Por ejemplo, ofrecer una recompensa puede hacer que una actividad de «juego» parezca más un «trabajo».

 

¿Cuándo usar recompensas externas?

  • Para motivar a una persona a aprender algo nuevo.
  • Para hacer que alguien se interese más en una actividad que no le resultaba interesante inicialmente.
  • Ofrecer retroalimentación a las personas para que sepan que sus acciones merecen reconocimiento.

 

Cuándo utilizar la motivación extrínseca

Por lo general se cree que la motivación intrínseca es la más conveniente, pero la realidad es que depende de cada situación. A veces hay personas que no tienen ganas internas de llevar a cabo una actividad. Las recompensas en exceso en ese caso pueden resultar en un problema.

No obstante, cuando se emplean correctamente, los motivadores extrínsecos pueden ser una herramienta muy valiosa. Por ejemplo, con la motivación extrínseca se puede lograr que las personas completen una tarea laboral o escolar que no les interese.

 

Conclusiones relacionadas con las recompensas extrínsecas y su relación en la motivación intrínseca

Los investigadores comentan tres conclusiones relacionadas con las recompensas extrínsecas y su influencia en la motivación intrínseca:

  • La motivación intrínseca disminuirá cuando se den recompensas externas por completar una labor en concreto. Por ejemplo, si los padres felicitan a su hija cada vez que finaliza una tarea sencilla, la niña se sentirá menos intrínsecamente motivada para realizar esa tarea en el futuro.

Los elogios pueden aumentar la motivación interna, elogiar y ofrecer comentarios positivos cuando las personas hacen algo mejor que los demás puede mejorar la motivación intrínseca.

  • Las recompensas externas inesperadas no disminuyen la motivación intrínseca. Por ejemplo, obtener una buena nota en un examen porque disfrutas aprendiendo sobre un tema y como consecuencia el profesor decide recompensarte con una tarjeta de regalo para tu tienda favorita, tu motivación subyacente para aprender sobre el tema no se verá afectada. No obstante, recompensar en este caso hay que hacerlo con precaución porque puede suceder que las personas en ocasiones esperen recompensas todo el tiempo.

 

¿Cómo influyen en el aprendizaje la motivación intrínseca y la motivación extrínseca?

La motivación intrínseca y extrínseca realizan un papel de gran importancia en el aprendizaje. Algunos expertos han llegado a la conclusión de que el énfasis tradicional de la educación con las recompensas externas, (como calificaciones, pegatinas de estrellas etc) socava cualquier motivación intrínseca existente que los estudiantes puedan tener.

Otros psicólogos sostienen que la motivación extrínseca ayuda a los alumnos a sentirse más competentes en la clase, y que esto mejora su motivación intrínseca. 

 

Motivación extrínseca e intrínseca en el lugar de trabajo

Depender únicamente de los motivadores extrínsecos no ayudará a crear un equipo de alto rendimiento. Tu equipo llegará a esperar recompensas extrínsecas todo el tiempo. Si no las reciben, pueden perder toda motivación. Además, no puedes utilizar la motivación extrínseca para desarrollar de forma innata la pasión por el trabajo de alguien.

Pero confiar únicamente en la motivación intrínseca de una persona tampoco es suficiente. Un empleado puede amar lo que hace. Pero eso no significa nada si no obtiene algo a cambio de dedicar sus horas a trabajar. Además, la falta de motivadores extrínsecos significa que no se establecen metas. Esto puede llevar a un trabajo sin foco que no logra los resultados que busca.

Lo ideal es encontrar una combinación de los dos tipos de motivaciones. Encuentra personas con motivación intrínseca y asegúrate de que trabajan en las tareas que les interesan. Ofrece motivación extrínseca como recompensa por completar tareas y superar expectativas. Pero no permitas que se convierta en la única razón por la que alguien acude a trabajar.

Se trata de lograr el equilibrio y aunque esto no sea fácil son herramientas que se pueden llegar a dominar. 

 

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