El Método Zisne, la metodología de coaching que llevamos a cabo desde Intelema, tiene efectos beneficiosos sobre el bienestar psicológico y la calidad de vida de los empleados. Y no, no lo decimos nosotros, sino que así lo reafirma un estudio elaborado por la Doctora Pilar Ripoll, investigadora en la Universitat de València, que da base científica al método de trabajo que llevamos a cabo en las empresas.

Como muestra el estudio, del que ya os hablamos en este mismo espacio hace unas semanas, los beneficios para los empleados y, por ende, para las empresas, del Método Zisne son numerosos, pero hoy hemos querido destacar y profundizar en cinco de ellos que consideramos que tienen un impacto muy importante en el día a día de las compañías. ¿Queréis conocerlos?

1. Mejora de las relaciones laborales y del clima laboral: Según explica Carmen Sánchez, CEO de Intelema, el Método Zisne, «pone orden, da sentido de dirección y trabaja con las verdaderas motivaciones de cada individuo», lo que repercute en la mejora de las relaciones laborales y del clima que se respira en las empresas. Pero queremos profundizar en cada uno de estos aspectos que menciona la experta, así que vamos a abordarlos por separado.

  • Orden: Cada individuo ha de tener claro su papel, la misión del puesto en el que está y saber ejercerlo sin que nadie le diga lo que tiene que hacer. Y esto, que parece obvio y sencillo, no siempre ocurre en las empresas.
  • Sentido: Cada empleado debe saber para qué hace lo que hace y qué valor tiene esa labor profesional para él mismo, para el departamento en el que está adscrito, para la empresa y para el mundo. «Es muy importante que el líder de la empresa u organización construya una visión amplia, desafiante y solidaria. Y también es muy importante que cada individuo esté conectado a su puesto y al proyecto al que pertenece», reflexiona Sánchez, que pone que como ejemplo el caso de un albañil, para el que no será lo mismo saber que está poniendo ladrillos para hacer una pared, que pensar que está poniendo ladrillos para construir una Catedral.
  • Motivación interna: para el buen funcionamiento de una empresa y para mejorar el clima laboral es necesario que cada individuo esté conectado al entusiasmo y a la ilusión,  así como atento a desarrollar su papel.

2. Aumenta la ilusión de los trabajadores: La ilusión es un elemento esencial para el ser humano y, por tanto, hay que abrirle la puerta para que le acompañe en un porcentaje muy elevado de su vida diaria. «La ilusión nos conduce a la acción, a la experiencia, y en la acción ponemos en marcha todos nuestros recursos internos, todo nuestro potencial, y esa experiencia se transforma en un resultado y ese resultado es un indicador y nos sirve para analizar y continuar, o para parar y crear una nueva acción que nos lleve a lograr aquello que nos da bienestar y a la vez, permite ir conociendo nuestro potencial y seguir desarrollándolo», sostiene la CEO de Intelema. El Método Zisne, favorece ese autodescubrimiento y propicia que la persona se “arriesgue” a vivir experiencias sencillas que está en sus manos realizar, de forma que comience un camino que le llevará a reforzar la confianza en sí mismo.

«Es muy importante que el líder de la empresa u organización construya una visión amplia, desafiante y solidaria. Y también es muy importante que cada individuo esté conectado a su puesto y al proyecto al que pertenece»

3. Incrementa la concentración: Explica Carmen Sánchez que a lo largo de los muchos años que lleva trabajando como coach ha observado que cuando no estamos conectados al trabajo que hacemos no estamos tampoco concentrados y, por tanto, damos vida a la impulsividad y a la dispersión, estados emocionales que favorecen el desarrollo de otro “mal endémico” del ser humano, «que es querer probar todo, saber hacer de todo, hacer más y mejor y a ser posible, mejor que nadie, para engordar nuestro ego». Para la experta esto es justo lo opuesto a lo plantea el Método Zisne, que quiere hacer bandera de lo simple, de lo sencillo, de lo posible (aquello que está en nuestras manos hacer en el presente), e invita a saborear y disfrutar el paso a paso, para acabar con una falta de concentración que para Sánchez «es un lastre para el individuo, para las personas más cercanas al individuo y, aunque a simple vista no lo veamos, para la sociedad».

4. Favorece que se encuentre el sentido: «El sentido está relacionado con ir hacia alguna parte, hacia algún lugar, hacia algún proyecto, y ese lugar hacia el que se va ha de ser desafiante, ilusionante, gratificante. Encontrar el sentido es descubrir qué cosas de las que hago me encanta hacer y, entonces, parar, reparar en ellas. A veces son cosas aparentemente insignificantes o a las que como se nos da bien hacerlas y nos salen solas, sin esfuerzo, no le damos valor. El ser humano tiende a valorar más lo que hacen los demás que lo que hace uno mismo. Usamos la mente racional comparándonos continuamente y de este modo nos desviamos, nos alejamos de nuestro verdadero camino, de nuestro proyecto de vida», reflexiona la CEO de Intelema. En ese sentido, para la experta, una de las prioridades importantes de cada ser humano tendría que ser ocuparse de encontrar sentido a lo que hace, porque esto lo vuelve todo mucho más sencillo y apasionante. «Es la diferencia entre sentirse vivo o ser un zombi toda la vida o gran parte de ella, entre estar dormido a estar despierto», añade. El Método Zisne, precisamente, da justo en la diana de este propósito, ya que uno de sus objetivos principales es facilitar que las personas despierten y se sientan vivas, vitales y felices.

«El Método Zisne, favorece ese autodescubrimiento y propicia que la persona se “arriesgue” a vivir experiencias sencillas que está en sus manos realizar, de forma que comience un camino que le llevará a reforzar la confianza en sí mismo»

5. Reduce la abstención: En su primera acepción el diccionario de la RAE define absentismo como la «abstención deliberada de acudir al lugar donde se cumple una obligación». Para Carmen Sánchez, el hecho de «cumplir una obligación», de que la persona vaya obligada a trabajar, ya denota que no está conectada a sus verdaderas motivaciones y que trabaja como lo hacen muchas otras personas, porque no les queda otro remedio o porque no se sienten con capacidad para hacer trabajos que les motiven verdaderamente, de forma que quedan atrapados entre el miedo y la seguridad de un empleo estable (aunque no les motive).
«El absentismo es un agujero de pérdidas para las compañías y una carga para los compañeros de viaje de los que practican el absentismo. La obligación nos lleva a crear enemigos y a culpabilizar a los demás de nuestros propios problemas. Sin embargo, cuando un individuo no está feliz en su puesto, tendría que ser honesto y preguntarse a sí mismo qué es lo que puede hacer para no perjudicarse y para no perjudicar a los demás. Pararse e investigar sobre él mismo hasta encontrar aquello que le haga sentirse útil y feliz. Cada individuo ha de aprender a responsabilizarse de su vida sin depender de nada ni de nadie», explica Sánchez.
Al respecto, recuerda la experta, el Método Zisne pone orden, da sentido a las vidas y las conecta a lo verdaderamente importante para las personas, a sus motivaciones. «Esto elimina el absentismo porque cada persona va descubriendo sus verdaderas motivaciones y va realizando cambios de conducta semana a semana. En el 99% de los casos se producen cambios en los que el individuo mejora», concluye.