Yellow Day: la felicidad es una decisión. Puedes lograrlo

Desde hace unos años el 20 de junio se celebra el Yellow Day, el Día más feliz del año, y no es casualidad. Esta fecha viene dada por la combinación de varios factores que influyen en nuestro estado de ánimo, como el buen tiempo, el incremento de horas de luz del día y otros condicionantes que se dan en el entorno laboral, como las jornadas intensivas de trabajo, las pagas extra de verano o las vacaciones, en muchos casos, de los trabajadores.

Pero lo cierto es que la felicidad es una decisión, más que un estado de ánimo. Por tanto, se puede escoger ser feliz y hacer trabajar la maquinaria de nuestro cuerpo para que se concentre y se conecte con esa sensación y no con aquello que nos causa dolor o sufrimiento, desde el plano de la culpa o la desidia.

Y hacerlo únicamente depende de nosotros, de nuestra capacidad para gestionar la inteligencia emocional y de nuestra mentalidad a la hora de abordar cualquier situación que se presente.

Por tanto, ¿se puede ser feliz todos los días del año? La respuesta es que depende de lo que tú decidas, pero si escoges que sí, podrás logarlo. En Intelema aconsejamos hacer siempre cosas que te agraden, que te hagan sentir bien y que te permitan que desarrolles tu potencial.

Para ello, recomendamos alejarse de lo que no te hace sentir bien, de aquellas sensaciones o sentimientos que te perturban. Del mismo modo, es importante conocer y reconocer los egos para que puedas mantenerlos controlados, y no interfieran en tu voluntad de ser feliz. Hacerlo no es una tarea sencilla, porque a menudo aparecen de forma inconsciente y no tomamos conciencia de lo que nos está ocurriendo, para ver cómo poder atajarlo.

Pero, si aprendes a autoanalizarte, a tomar distancia y observarte a cámara lenta podrás percibirlo. Y si lo intentas y no lo consigues, en Intelema podemos enseñarte las herramientas para que puedas hacerle frente tú mism@.

Pero sobre todas las cosas, escoge ser feliz. Consigue llegar a ese momento donde te sientes bien y repítelo tantas veces como quieras. Porque cuando has conseguido ser feliz una vez, podrás serlo todas las veces que lo desees. Tú decides el cómo y el cuándo.